La clasificación no engaña. Cinco jornadas, cuatro partidos jugados y tres puntos. En una liga tan extraña, podía ser una anécdota, pero no lo es. El deporte profesional se mide por muchos factores, y el calendario es uno de ellos. Cierto que el Levante tiene un partido menos (contra el Atlético, un rival habitualmente incómodo, pero en casa). Pero, a pesar de los habituales haters de Paco López, todo el mundo coincide: nunca con tanto se sacó tan poco. El mejor o uno de los mejores Levante que he visto, el de este inicio de temporada, está lejos de su mejor clasificación. Y ya se sabe, remontar con derrotas es complicado. Tras la debacle final de Mestalla, el equipo estuvo dos semanas sin competir. Tras la derrota con el Madrid, otros diez días más. Está claro que este inicio, nada de lo externo te ayuda. Cada vez que marcaste en Mestalla, te empatan casi de inmediato, el Sevilla te marca en el 92, y el Madrid con un gol de Vinicius a quien, una inexplicable pasividad, le permitió tener la pausa que habitualmente no tiene. Nunca el brasileño fue tan preciso en su disparo.

Campaña, internacional

Sin ese extraordinario inicio, José Campaña no hubiera llegado al hito histórico de una convocatoria con la selección. Curiosamente, el mejor Campaña con el mejor Levante y la peor clasificación. El armazón está hecho, el estilo más elaborado, variedad táctica, gol, seguridad defensiva (excepto el día de Mestalla), una decidida intención de Paco López en guardar parte de su ideario (algunos lo llaman ataques de entrenador) en busca de una eficacia que tuvo su punto máximo en El Sadar. Que el equipo sufre sin balón, cierto. Que con balón es más que un equipo reconocible, también. Que ha mejorado su posicionamiento y presión alta, también. Que poblando el centro del campo, Paco ha optado por un equipo de mayor equilibrio, también. Sin cinco defensas y con cinco centrocampistas, lo que más tiene. Sin Mayoral, con Sergio León out, y con José Morales, Roger Martí y Dani Gómez, jugar con un punta se presenta casi como algo lógico, aunque Paco siempre ha mostrado su preferencia por los dos puntas.

Las sensaciones de Pamplona, las dificultades al Sevilla, el tu-a-tu con el Real Madrid, y los sesenta primeros minutos de Mestalla me satisfacen. Me satisface ese fútbol, muy por encima del resultado. Pero, lógicamente, necesitamos puntos ya. Ojo que el próximo partido es en San Mamés contra el Athletic, un equipo con tu mismo rendimiento pero mucho peores sensaciones. A un partido, todo es posible. Y nadie se acordará de lo bien que lo hicimos. Soy de la opinión que jugar bien es el camino más corto para ganar. Pero la ecuación no siempre sale. Y justo o no justo, hay que impedir que la ansiedad rompa el buen trabajo realizado.

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