En poco más de siete días, estaré en el precioso pueblo pesquero de Malpica, inicio del Camiño dos Faros, una preciosa travesía de 200 kilómetros en la Costa da Morte que será mi reto para este año, complicado y de cambios, pero muy intenso. Intentaré completar una pequeña reseña de cada día… Fotos, videos, sensaciones y cómo voy recorriendo este precioso rincón de Galicia,que me apasiona.

Cuentan que la escritora Annette Meaking, amiga personal de la Reina Victoria Eugenia, mujer de Alfonso XIII, fue la primera que acuñó el término de Costa da Morte, un lugar escarpado, de afilados dientes en el mapa, de infinidad de playas, cabos, faros y un mar fiero que se llevó a sus fondos innumerables embarcaciones.

Naufragios que hoy aumentan la leyenda y que, en versión moderna, todos recordamos por el accidente del Prestige, su inútil gestión, y la solidaridad ciudadana para recuperar un costa rica en todo, pero sobre todo, rica en aromas marinos, en gentes amables, que aman y cuidan su entorno del que viven y vieron desaparecer de la noche a la mañana, y que están encantados que los que vamos nos quedemos prendados de ella.

Video promocional del Camiño dos Faros en la Costa da Morte. Brutales imágenes aéreas

El otro Camiño, un descubrimiento

Hace dos años descubrí el Camiño dos Faros (o Caminho, de las dos maneras lo he visto escrito). No sabía de su totalidad, sino que conocía una pequeña senda entre Corme y Ponteceso. Y no, no es el Camino de Santiago (todos cuando les hablo del Caminho creen que tiene que ver con el colosal camino y sus múltiples ramas de llegada a Santiago o incluso a Fisterra).

Aconsejados por Dani, el responsable de Casa de Verdes, una casa rural en la Parroquia de Cundins, en el término municipal de Cabaña de Bergantiños, hicimos un poco más larga la ruta, empezando por el Faro Roncudo, adonde él mismo nos llevó. Desde ese momento, mi relación con la Costa da Morte fue de admiración y respeto, curiosidad y ganas de conocerla más en profundidad, o simplemente vivirla bajo mis pies, como voy a hacer este año. No se trata sólo de verla, de disfrutar de sus parajes, de dejar huella en su recorrido, sino que se trata de compartir esfuerzo, tratar de que mi cuerpo se adecúe a sus escarpadas en sendas.

En definitiva, un reto que me llevará siete días por el Camiño dos Faros, porque una de las etapas será doble, la que va de Laxe a Arou, y de Arou a Camariñas, un día marcado en rojo en mi libreto de viaje, 41 kilómetros para los que he intentado llegar lo mejor preparado, siendo mi ecosistema natural la bici, pero habiendo descubierto que mis piernas, lejos del asfalto, sí me permiten recuperar correr, pero por montaña.

Y en el caso del Camiño, siempre con el testigo directo del Océano Atlántico, con la mirada puesta en Fisterra, fin del trayecto, como si fuera el fin del mundo, mi mundo, la Costa da Morte durante 7 días. Una experiencia que recorreré conmigo mismo, sin más ayuda que mis pensamientos, mis recuerdos, mis sentimientos y mi mente en blanco, escuchando a mi cuerpo poner a prueba el esfuerzo continuado…. tras un año intenso en que la Calderona me dio el aire y las ganas para afrontarlo…

*Foto del post: Río Anllons, Ponteceso

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